Enviado por elobserv el 17/4/2006
La cantidad de personas con estos padecimientos podría disminuir con sólo administrar medicamentos como el ácido acetilsalicílico y otros que son de bajo costo. Es necesario sensibilizar a la población para que disminuya el consumo de sal y grasas dañinas, realice ejercicio y tenga peso adecuado para evitar la obesidad, que conlleva alteraciones cardiovasculares.
México, D.F.- Las enfermedades cardiovasculares se han convertido en una carga mundial, sobre todo en los países en vías de desarrollo como México. Con 39 millones de defunciones; es decir, 24% del total y se ubican en el primer lugar como causa general de mortalidad. La cantidad de personascon estos padecimientos podría disminuir con sólo administrar medicamentos de bajo costo, como el ácido acetilsalicílico y otros, que contribuyen a prevenir el ataque cardiaco y los accidentes cerebrovasculares.
Según el libro Prioridades en Salud, segunda edición, otra de las intervenciones consideradas más costo-efectivas en el mundo para disminuir no sólo las enfermedades cardiovasculares, sino muchos otros padecimientos, es combatir la adicción al tabaco, ayudando a los fumadores a que dejen de hacerlo, incrementar el costo del producto a los consumidores en por lo menos 33% para frenar el hábito, evitar el consumo de cigarro en lugares públicos y proporcionar terapias de sustitución de nicotina.
Asimismo, sensibilizar a la población para que disminuya el consumo de sal y grasas dañinas, así como promover el ejercicio y el peso saludable para evitar la obesidad, que ya se convirtió en una epidemia mundial, y que entre sus complicaciones conlleva las alteraciones cardiovasculares. El libro, editado por el Proyecto de Prioridades en el Control de Enfermedades (DCPP por sus siglas en inglés), es un esfuerzo de la Organización Mundial de la Salud y otros organismos internacionales. Refiere que las intervenciones más costo-efectivas para evitar la discapacidad por enfermedades cardiovasculares son los impuestos al tabaco, para disminuir la posibilidad de que las personas inicien el hábito, así como los medicamentos de bajo costo, mientras que las medidas más caras son el bypass coronario. La obra, en la que participaron investigadores mexicanos del Instituto Nacional de Salud Pública, de la Secretaría de Salud, menciona cuatro áreas de importancia vital en los países en vías de desarrollo: VIH/SIDA, enfermedades cardiovasculares, la persistencia de niveles altos pero prevenibles de malaria, tuberculosis, diarrea y neumonía, así como gripe aviar, infecciones divergentes y pandemias. Señala lo que se puede hacer para prevenir las pandemias por venir y las mejores compras en salud; es decir, cómo gastar mejor el poco dinero que tienen los países en desarrollo. DCPP es una alianza de organizaciones que proporciona información sobre cómo mejorar la salud, cuyo objetivo es fundamentar la toma de decisiones del Sector Salud para disminuir la enfermedad, discapacidad, mortalidad y la carga económica a través de la evidencia, fundamentada, el impacto de las intervenciones individuales y en paquete; colaborar a definir la carga de enfermedad global y regional; resumir experiencias a nivel global y comunicación de riesgo de los principales resultados. La obra concluye que en la mayoría de los países persisten malas condiciones de salud innecesarias; dados los instrumentos y los recursos existentes, una mejor salud puede y debe ser la norma. La solución más efectiva, en este momento, es utilizar los recursos disponibles para atacar las principales causas de muerte, enfermedad y discapacidad, en las que se puede tener gran impacto. En México, entre 60% y 80% de los mayores de 20 años no realiza por lo menos 30 minutos de actividad física. Del total de habitantes, 55% es sedentario; dos de cada tres consume alcohol, de éstos, una tercera parte llega a la embriaguez y tres de cada cuatro ingiere sal de forma inadecuada. Lo anterior incrementa el riesgo de enfermedades incurables y de alto costo, como diabetes y problemas cardiovasculares, las dos principales causas de mortalidad en nuestro país.
Además, la mala alimentación y falta de actividades, entre otros factores, han propiciado que del total de mexicanos, 30% tenga hipertensión; 10.7% diabetes; 12% prediabetes; dos de cada tres mayores de 20 años sean obesos o con sobrepeso, con un peso promedio de 70 kilos; 20% talla baja; 43% tenga problemas de colesterol y 15% de triglicéridos.
Lo más grave es el desconocimiento por parte de las personas que tienen alguna alteración orgánica. De acuerdo con un estudio realizado en seis ciudades del país, en 200 mil personas que tenían colesterol alto, el 81% lo ignoraba; de los que eran hipertensos 61% lo desconocía y de los diabéticos, el 35% no sabía. Una tercera parte de los que tenían más de cuatro desórdenes metabólicos como obesidad, hipertensión y colesterol alto, ya había sufrido un infarto al corazón. Después de los 50 años muy pocas personas carecen de algún factor de riesgo cardiovascular. Por ello, la persona que cree tener factores de riesgo, debe acudir con su médico para que le diseñe un plan alimenticio, actividad física y, dependiendo del caso, le recete un fármaco.
Según el libro Prioridades en Salud, segunda edición, otra de las intervenciones consideradas más costo-efectivas en el mundo para disminuir no sólo las enfermedades cardiovasculares, sino muchos otros padecimientos, es combatir la adicción al tabaco, ayudando a los fumadores a que dejen de hacerlo, incrementar el costo del producto a los consumidores en por lo menos 33% para frenar el hábito, evitar el consumo de cigarro en lugares públicos y proporcionar terapias de sustitución de nicotina.
Asimismo, sensibilizar a la población para que disminuya el consumo de sal y grasas dañinas, así como promover el ejercicio y el peso saludable para evitar la obesidad, que ya se convirtió en una epidemia mundial, y que entre sus complicaciones conlleva las alteraciones cardiovasculares. El libro, editado por el Proyecto de Prioridades en el Control de Enfermedades (DCPP por sus siglas en inglés), es un esfuerzo de la Organización Mundial de la Salud y otros organismos internacionales. Refiere que las intervenciones más costo-efectivas para evitar la discapacidad por enfermedades cardiovasculares son los impuestos al tabaco, para disminuir la posibilidad de que las personas inicien el hábito, así como los medicamentos de bajo costo, mientras que las medidas más caras son el bypass coronario. La obra, en la que participaron investigadores mexicanos del Instituto Nacional de Salud Pública, de la Secretaría de Salud, menciona cuatro áreas de importancia vital en los países en vías de desarrollo: VIH/SIDA, enfermedades cardiovasculares, la persistencia de niveles altos pero prevenibles de malaria, tuberculosis, diarrea y neumonía, así como gripe aviar, infecciones divergentes y pandemias. Señala lo que se puede hacer para prevenir las pandemias por venir y las mejores compras en salud; es decir, cómo gastar mejor el poco dinero que tienen los países en desarrollo. DCPP es una alianza de organizaciones que proporciona información sobre cómo mejorar la salud, cuyo objetivo es fundamentar la toma de decisiones del Sector Salud para disminuir la enfermedad, discapacidad, mortalidad y la carga económica a través de la evidencia, fundamentada, el impacto de las intervenciones individuales y en paquete; colaborar a definir la carga de enfermedad global y regional; resumir experiencias a nivel global y comunicación de riesgo de los principales resultados. La obra concluye que en la mayoría de los países persisten malas condiciones de salud innecesarias; dados los instrumentos y los recursos existentes, una mejor salud puede y debe ser la norma. La solución más efectiva, en este momento, es utilizar los recursos disponibles para atacar las principales causas de muerte, enfermedad y discapacidad, en las que se puede tener gran impacto. En México, entre 60% y 80% de los mayores de 20 años no realiza por lo menos 30 minutos de actividad física. Del total de habitantes, 55% es sedentario; dos de cada tres consume alcohol, de éstos, una tercera parte llega a la embriaguez y tres de cada cuatro ingiere sal de forma inadecuada. Lo anterior incrementa el riesgo de enfermedades incurables y de alto costo, como diabetes y problemas cardiovasculares, las dos principales causas de mortalidad en nuestro país.
Además, la mala alimentación y falta de actividades, entre otros factores, han propiciado que del total de mexicanos, 30% tenga hipertensión; 10.7% diabetes; 12% prediabetes; dos de cada tres mayores de 20 años sean obesos o con sobrepeso, con un peso promedio de 70 kilos; 20% talla baja; 43% tenga problemas de colesterol y 15% de triglicéridos.
Lo más grave es el desconocimiento por parte de las personas que tienen alguna alteración orgánica. De acuerdo con un estudio realizado en seis ciudades del país, en 200 mil personas que tenían colesterol alto, el 81% lo ignoraba; de los que eran hipertensos 61% lo desconocía y de los diabéticos, el 35% no sabía. Una tercera parte de los que tenían más de cuatro desórdenes metabólicos como obesidad, hipertensión y colesterol alto, ya había sufrido un infarto al corazón. Después de los 50 años muy pocas personas carecen de algún factor de riesgo cardiovascular. Por ello, la persona que cree tener factores de riesgo, debe acudir con su médico para que le diseñe un plan alimenticio, actividad física y, dependiendo del caso, le recete un fármaco.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
www.nutriologiaortomolecular.org
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